Los créditos te permiten el acceso a una cantidad de dinero mayor a la que tienes en ahorros, acceso rápido a dinero cuando lo necesitas para emergencias o para aprovechar oportunidades de negocio. Pero como este dinero es en calidad de préstamo, adquieres la responsabilidad de pagarlo a tiempo, incluyendo los intereses.
Sin embargo, no todos tenemos la misma capacidad de endeudamiento, por lo que conocerla es fundamental a la hora de pensar en adquirir una deuda y no poner en riesgo la capacidad de cumplimiento con tus pagos, puesto que su incumplimiento nos acarrearía futuros problemas crediticios.
El arte de pedir prestado
Usamos un crédito cuando pedimos dinero prestado a un tercero, sea un banco o una institución. En contraprestación, ese tercero nos cobra una tasa de interés, que es el costo por darle uso a ese dinero durante el tiempo que nos tome pagarlo.
¿Necesito el préstamo?
Al momento de adquirir un crédito, ten en cuenta:
- Tasas de interés
- Valor de los seguros
- Plazo de pago
- Facilidades para realizar los pagos
- Tiempo de procesamiento de la solicitud de crédito
- Documentos
- Condiciones
- Oferta de producto
Antes de asumir un crédito, recuerda:
- Tener un propósito claro para el préstamo
- Si es una inversión, debes conocer en detalle el negocio
- Estar seguro de que tus ingresos te permitirán cumplir con la cuota
- Calcular los costos de tramitar el préstamo y los intereses
¿Qué es la capacidad de endeudamiento?
La capacidad de endeudamiento es el nivel máximo en que puedes endeudarte, y para calcularlo es preciso tener en cuenta tus ingresos netos, solvencia y el porcentaje actual de lo que debes sobre lo que tienes.
¿Qué determina la capacidad de endeudamiento?
Cuando haces una solicitud de un crédito ante un banco, dicha entidad tiene en cuenta algunos factores como tus ingresos (incluyendo ingresos fijos y variables), tus gastos y tu historial crediticio, el cual permite conocer, entre otras cosas, qué tan puntual y constante eres con los pagos de tus obligaciones bancarias.
Calcula tu capacidad de endeudamiento
Aunque cada banco tiene su propia forma de cuantificar este índice, la fórmula general está establecida así:
Capacidad de Endeudamiento = (Ingresos Totales mes – Gastos Fijos mes) x 0,35.
Es así como, tus ingresos netos deben cubrir tres veces la cuota mensual probable. Si ya tienes deudas adquiridas, entonces la capacidad de endeudamiento será menor, pues los gastos fijos incluyen esos pagos mensuales.
El 0,35 se debe a que, hoy en día, se considera que las deudas no deben superar el 35% de los ingresos netos mensuales de una persona.
En cualquier caso, si el resultado del cálculo es cercano a cero, no tienes capacidad de pago y no es conveniente que tomes un préstamo.
Ahora, para saber qué porcentaje debes del total que tienes, los bancos usan esta fórmula:
Nivel de endeudamiento = (Pasivos Totales / Activos Totales) x 100.
Este porcentaje no debe superar el 70%. Si es menor, el nivel de endeudamiento será más sano y tendrás más posibilidades de obtener un préstamo.
Recuerda que antes de solicitar un préstamo, es necesario conocer tu nivel de endeudamiento, tanto para efectos de los trámites bancarios, como para saber si de verdad te conviene endeudarte en ese momento.
Si tienes dudas al respecto, acércate para entender juntos tu situación financiera y brindarte las opciones más viables para tu caso.
Crédito
Un crédito es un monto de dinero que, generalmente, un banco le presta a una persona durante un plazo previamente pactado y que debe devolver junto con el pago de intereses.
Existen diferentes líneas de crédito. Hay crédito de vivienda, crédito de vehículo, crédito de libre destino, de libranza, de compra de cartera y otras modalidades más. Cada uno puede variar en relación con condiciones de tasa, beneficios, plazos o requisitos.
Una de las formas que tienes para conocer el posible monto del crédito, plazo, intereses y hasta un plan de pagos, es por medio de los simuladores de crédito de las entidades bancarias, los cuales son gratuitos y te ayudan a tener un estimado del préstamo.
Eso sí, al ser un simulador, debes tener en cuenta que algunas condiciones pueden variar al momento de hacer la solicitud formal del crédito.
¿Cómo está compuesto un crédito?
El crédito cuenta con una serie de variables que son el capital solicitado, el tiempo o plazo en que se pagará, la tasa de interés que se aplicará y el valor mensual o periódico de las cuotas con las que se amortizará el préstamo.
¿Para qué podemos pedir un crédito?
El fin de un crédito dependerá del uso que tú le quieras dar, los más comunes son:
- Hacer una inversión: Usarlo para capacitarte profesionalmente o realizar una compra grande, que te tomaría mucho tiempo adquirir si solamente lo hicieras con recursos propios.
- Cubrir un faltante: Pagar un gasto extraordinario o de urgencia que no puedes cubrir con los fondos que tienes actualmente (gastos médicos, matrícula universitaria de los hijos, etc.), pero que podrás pagar en un lapso corto gracias a tus ingresos.
- Adquirir deuda de consumo: Comprar un bien o servicio de consumo, por el cual estás dispuesto a pagar la tasa de interés con tal de tenerlo de inmediato. Te recomendamos evitar este tipo de deuda, o hacer pagos superiores a la cuota establecida, con el fin de amortizarla rápidamente.
- Aprovechar una oportunidad: En caso de que encuentres una inversión que rentará una tasa superior al costo de la deuda, es decir que puedas invertir en un negocio que te genere una renta superior a lo que cobra el banco, de manera tal que te permita pagar la cuota y además, tener una ganancia.
Pedir plata: ¿con o sin prenda?
Actualmente, según el tipo de soporte que se pida a quien solicita el préstamo, existen dos tipos de créditos:
- Deuda con respaldo: se caracteriza porque se efectúa con base en un bien tuyo que hace las veces de garantía, (casa o carro). De esta manera, la entidad prestamista se asegura de que, en caso de que incumplas en los pagos, podrá recuperar los fondos posesionándose del bien. Se utiliza en deudas muy grandes, pero el bien garante hace que se puedan ofrecer plazos de pago más largos y tasas de interés más bajas.
- Deuda sin soporte: aquí se incluye cualquier préstamo que no requiera de un bien como garantía de pago. Esto incluye los préstamos personales, las tarjetas de crédito y los cupos de sobregiro rotativos. Ya que la entidad prestamista está asumiendo un riesgo mayor, las tasas de interés son más altas y los plazos para pagar, más cortos.
Deudas saludables
A cualquiera le puede pasar que ha adquirido varias obligaciones, si este es tu caso, es favorable que:
- Reduzcas al mínimo tus gastos variables.
- Pagues a tiempo tus obligaciones financieras para que evites entrar en mora.
- Si un mes te sobra dinero tras pagar tus gastos, haz abonos al capital de tu crédito.
- Si te ves imposibilitado para pagar, al menos consigue una parte del dinero de la cuota mínima y llévalo a la entidad para que puedas explicar tus circunstancias y proponer entre ambos una solución que te permita ponerte al día, el mes siguiente.
- Conoce siempre cuánto (dinero y tasa) estás pagando por cada crédito, con el fin de aprovechar las oportunidades de compra de cartera que realizan algunas entidades bancarias.
- Prioriza tus gastos para que puedas cumplir con todas tus obligaciones bancarias.
- Lleva un presupuesto mensual para que hagas buen uso de tu dinero.
- Conserva una carpeta de documentos por cada crédito con los correspondientes comprobantes de pago con el fin de tener disponibles siempre los soportes.
Tu préstamo personal en línea
Úsalo para lo que necesites, al ser solicitud digital no necesitas documentos y el desembolso del dinero es al instante en tu cuenta.