Los aportes para el ahorro pueden ser unos ítems más difíciles de implementar dentro de la planeación del presupuesto, dado que son recursos que en muchas ocasiones no sobran o simplemente no se lograra sacar del salario.

Si quieres comenzar a ahorrar pero no sabes cómo, existen varios productos en el mercado que te ayudan a hacerlo.

El primero de ellos es la cuenta de ahorros. Un producto en el que recibes una tasa de interés por mantener tu dinero en él, sin que pierda valor o por lo menos gane un porcentaje equivalente a la inflación.

En algunos casos estas cuentas funcionan con un monto mínimo y por lo general, realizan cobros por cuota de manejo de la tarjeta débito y expedición de cheques de gerencia; además retienen impuestos según lo solicite el gobierno, afectando la rentabilidad de la cuenta.

A pesar de esto, algunas entidades han diseñado productos especiales para niños, adultos mayores e incluso, clientes preferentes, para quienes las tarifas bancarias son mínimas o nulas, y además ofrecen privilegios en la atención personalizada.

Una forma de ahorrar es el llamado ahorro programado. Una modalidad en la que, de acuerdo con tu meta (educación, viajes, vehículo, etc.), puedes programar que te sea debitada de tu cuenta de ahorros un valor mensual, por el cual recibirás una tasa de interés especial. Estas cuentas solicitan dejar el dinero un plazo mínimo en ellas, pero a cambio te ofrecen acceso a programas especiales de crédito según la línea requerida.

No menos importantes son los fondos de pensiones voluntarias. Entidades en las que puedes depositar tu dinero por medio de aportes periódicos o extraordinarios. En principio tienen como objetivo construir un capital que asegure un complemento a la hora de la jubilación.

Si quieres comenzar a ahorrar pero no sabes cómo, existen varios productos en el mercado que te ayudan a hacerlo y además, puedes retirar esos fondos para la compra de bienes raíces sin que por ello le sea descontada la RTF, si usas para ello una cuenta AFC (cuentas de ahorro y fomento a la construcción). También puedes retirar los fondos para otros propósitos, pero si lo haces antes de 5 años de haber hecho los aportes, el fondo debe practicar la RTF sobre los valores que saques.

Nota: La Retención en la Fuente (RTF) es un mecanismo de recaudo anticipado del impuesto de renta, donde el gobierno recauda dicho impuesto en el momento en que ocurre el hecho generador del mismo, que en este caso, es el pago de tus rentas o ingresos, en vez de esperar a que termine el año fiscal para cobrarlo.

Por otro lado están las cuentas de Ahorro y Fomento a la Construcción (AFC). Son cuentas que le permiten a un empleado al que se le aplica Retención en la Fuente, utilizar este impuesto para comprar vivienda, en lugar de pagarle ese valor al gobierno, puede reservarlo en dicha cuenta para cancelar la cuota inicial de una casa o apartamento, o las cuotas de un crédito.

Si te interesa esta modalidad, debes definir un valor mensual de ahorro, el cual será descontado y consignado directamente por el empleador (el valor depositado contiene la retención). Más adelante, podrás usar esos ahorros cuando lo requieras.

Para finalizar tenemos los fondos fiduciarios. Instrumentos de ahorro mediante los cuales una fiduciaria construye un gran capital con recursos aportados por muchos clientes, el cual se invierte en variedad de opciones, ofreciendo un rendimiento que en promedio es muy superior al de una cuenta de ahorros.

Si bien exigen un monto mínimo, liquidan a diario los rendimientos y te permiten tener disponibilidad inmediata del dinero. Para usarlos, regularmente se requiere tener una cuenta de ahorros en un banco que sea de la misma familia de la fiduciaria, pues a través de la cuenta se realizan los aportes y retiros del fondo.

Como ves, alternativas para ahorrar hay muchas, sólo es que analices cuál es la que más te conviene. Si tienes dudas, hablemos y convengamos juntos la ideal para ti.